Mejora tu rutina a través de estas 5+5 lecciones
Te comparto una lista con algunos de los errores más habituales que hacen que la gran mayoría terminen dejando el entrenamiento.
Llevo años conociendo a personas que empiezan con ganas un cambio físico o de hábitos y por una razón u otra, lo terminan abandonando.
También he tenido la oportunidad de ver el progreso que han experimentado otras muchas que en un principio no apuntaban maneras.
Esto me ha llevado a cuestionar en más de una ocasión hasta qué punto la metodología de entrenamiento actual es la más asequible para alguien que solo quiere ganar un par de kilos de músculo y reducir su porcentaje graso.
La conclusión a la que he llegado es simple.
No la necesitas.
Puedes hacer ese cambio con muchos enfoques diferentes y de hecho, cuando alguien me pregunta por cómo montar un pequeño gimnasio en casa con lo mínimo, mi respuesta es que con un par de anillas y alguna mancuerna, es más que suficiente.
A pesar de ello, la rutina semanal que plantees es solo una parte del rompecabezas y por eso, hoy quiero compartir contigo algunos de los errores más habituales que hacen que la gran mayoría de los que empiezan en este camino, lo terminen dejando.
He apuntado esta lista de 5 cosas.
Ser demasiado impaciente: Desear resultados rápidos puede llevar a rendirse demasiado pronto.
No saber lo que quieres: Si no tienes claros tus objetivos, es difícil mantenerte motivado.
No ser constante: Saltarse entrenamientos o no ser constante ralentiza el progreso.
Esperar demasiado: Pensar que todo tiene que ser perfecto puede desanimarte.
Miedo al fracaso: Preocuparte por no hacerlo bien puede impedir que lo intentes al máximo.
Y mientras escribía estas cinco, se me acaban de ocurrir cinco más.
No tomar descansos: Ignorar la importancia del descanso puede ralentizar el progreso.
Saltarse lo básico: Entrenar con intensidad, consumir alimentos de calidad y descansar bien es fundamental.
No estar dispuesto a cambiar: Ser demasiado inflexible puede impedir que mejores.
Compararte con los demás: Medirte con los demás puede hacerte sentir mal por tu progreso.
Ignorar cómo te sientes: Ignorar las señales que te envía el cuerpo no es la mejor receta para el cambio.
Todos hemos caído en algunas de ellas y además estoy convencido de que tienes otras en mente que no he incluido en esta lista.
Si de verdad quieres hacerlo y te estás planteando empezar a entrenar en estos momentos, evitar estas cosas te permitirá ir 100 veces más rápido de lo que fui yo en su día.
Lo mejor de todo es que pase el tiempo que pase van a seguir siendo de utilidad.
La semana que viene te envío un mail muy chulo sobre cómo saber si priorizar fuerza o hipertrofia en tu rutina de entrenamiento, tanto si llevas años como si estás comenzando.
Disfruta del día.