La regla del 80%
El error silencioso que frena tu progreso: entrenar más no siempre significa entrenar mejor.
La mayoría de rutinas de entrenamiento pecan de una de estas dos cosas. Puede que incluso de ambas:
Demasiados ejercicios
Demasiado volumen
Al principio puede que esto funcione, pero pasado un tiempo llegan las agujetas excesivas, el cansancio… y el estancamiento.
Paradójicamente, para avanzar no necesitas ir siempre al límite, sino aprender a jugar en ese 80% donde el cuerpo mejora sin quemarse.
Cómo aplicar intensidad
Para que un entrenamiento de fuerza de sus frutos debes aplicar intensidad en cada una de las series. Por eso, es poco probable que puedas tolerar una gran cantidad de volumen.
Esto no significa que debas entrenar hasta el fallo de forma constante.
De hecho, hacerlo puede que dispare tu fatiga y reduzca la calidad de las series. Mi consejo es acumular más series buenas, mantener la técnica sólida y progresar semana tras semana sin que tu sistema nervioso te pida la baja.
¿Qué significa exactamente esto?
La regla del 80% aplicada
Hace años pasé por una temporada en la que las molestias articulares se repetían. Todo me llevó al punto de tener que replantear cada ejercicio de mi rutina y, sobre todo, algo más importante:
La forma de realizarlo.
¿Me compensaba llegar al fallo muscular?
¿Me estaba recuperando de ese trabajo?
¿Cuánto había mejorado en los últimos meses?
La respuesta a todas estas preguntas me llevo a la solución más simple y efectiva.
Necesitaba hacer menos, pero mejor. Esto se tradujo automáticamente en menos tiempo invertido, mejor recuperación entre sesiones y un progreso más sano y sostenible.
¿Cómo lo puedes empezar a aplicar?
Prueba a dejar de 1 a 3 repeticiones en recámara, ajusta el volumen antes de aumentar más la intensidad, come hasta sentirte cómodo, priorizar sueño real sobre “café y fuerza de voluntad”, y asume que ser constante supera a ser heroico.
“Progresar va de acumular días que de verdad suman.”


