Si tuviese que dar un único consejo a alguien que está empezando a levantar pesas y quiere desarrollar masa muscular, sería el siguiente.
No te centres en hacer más, sino en hacerlo mejor.
A lo largo de estos años he probado diferentes esquemas de entrenamiento y he llegado a un punto de equilibrio en el que entreno con un volumen relativamente bajo.
Y quiero contarte por qué hacer lo mismo podría mejorar tus resultados.
No necesitas entrenar más
A menudo se da por hecho que más volumen o más ejercicios implican necesariamente más ganancia muscular, pero lo cierto es que no es así.
Si no te recuperas de todo ese volumen, tu cuerpo destinará la mayor parte de sus recursos a reparar el daño causado por el entrenamiento.
Eso se traduce en:
- Más agotamiento: necesitas más descanso para sobrellevar la fatiga. 
- Más comida: y, con ello, más estrés para tu sistema digestivo. 
- Menos progreso: tus músculos aún no están listos para rendir más. 
Es verdad que hay bastante evidencia de que, siempre que te recuperes bien, un mayor volumen total puede generar más ganancias.
Pero seamos realistas: la mayoría de las personas no puede dedicarse en cuerpo y alma solo a entrenar, comer y descansar.
Aumenta tu intensidad
La mayoría de las personas no entrena con suficiente intensidad e intenta compensarlo con más volumen.
Ese es un error: acabas dedicando más tiempo al gimnasio y buena parte de ese trabajo termina siendo ineficiente.
Mi consejo es claro:
- Practica cada ejercicio e intenta quedarte cerca del fallo. 
- Descansa lo que necesites entre series para darlo todo. 
- Deja el móvil a un lado y ponle foco al entrenamiento. 
Puedes estandarizar los descansos para llevar un control más preciso, pero lo importante es que poco a poco te acostumbres a levantar más peso con una buena técnica.
Si llevas un tiempo en el que los ejercicios no suben o vas a cada sesión con ganas de terminar cuanto antes, prueba estos cambios y me cuentas los resultados.

