5 lecciones que aprendí para entrenar mejor
Estos cinco aprendizajes me ayudaron a tomar mejores decisiones y a lograr más resultados con mi entrenamiento.
Independientemente de tus objetivos y tu experiencia, a veces vale la pena volver a lo básico y recordar cómo lo más sencillo juega un papel fundamental en tu entrenamiento.
Estos cinco aprendizajes me ayudaron a tomar mejores decisiones y a lograr más resultados con mi entrenamiento.
1. Los básicos no son esenciales
El press de banca, el peso muerto y la sentadilla con barra no son esenciales para alcanzar tu potencial genético.
Estos tres ejercicios son excelentes y pueden ayudarte a desarrollar mucha fuerza y músculo, pero generan bastante fatiga y en ciertos casos es posible que el sacrificio no valga la pena.
Si te gusta hacerlos sigue con ellos, aunque mi recomendación es complementar el programa con más ejercicios accesorios para trabajar los puntos débiles.
2. No hay ejercicios "imprescindibles"
Así como los tres básicos no son esenciales para un progreso óptimo, tampoco existen ejercicios "imprescindibles".
Nunca realices un ejercicio solo porque alguien dice que es obligatorio.
Tienes numerosas alternativas y variaciones para entrenar todos los músculos de tu cuerpo, así que elige aquellos que mejor se adapten a tu morfología y no te causen dolor o molestias.
3. Busca la incomodidad. Evita el dolor
Si algo te causa dolor, suelta la barra.
Muchas de las personas que entrenan lo hacen bajo la premisa del “No Pain, No Gain” con la falsa expectativa de mejorar más rápido o mejor. Por suerte, nunca he sufrido de una lesión importante, pero sí algunas situaciones que me han ayudado a entender que la incomodidad no es lo mismo que el dolor.
Hacerse fuerte genera incomodidad, al igual que llevar una serie hasta el fallo luchando las tres últimas repeticiones. Eso es lo que marca el progreso.
Entrenar a pesar del dolor y hacer caso omiso a las señales que envía tu cuerpo no conduce a otra cosa que no sea una lesión o incapacidad.
4. Disfruta de esas vacaciones
Cualquiera que lleve entrenando de forma seria unos años ha tenido pánico a tomarse un tiempo descansando por el miedo a una pérdida significativa de fuerza y músculo.
Lo cierto es que esto no va a ocurrir. Es normal que se produzcan algunas desadaptaciones a lo largo de los días, pero volver a entrenar y superar tu mejor forma física es más fácil y rápido de lo que la mayoría de la gente imagina.
Es como andar en bicicleta después de mucho tiempo sin hacerlo. Al principio se siente extraño, pero rápidamente vuelves a la normalidad.
5. Evita las fases de volumen sucio
Subir 1 kg a la semana suena bien para muchos principiantes, especialmente aquellos que buscan ganar 20 kilos de músculo rápidamente, pero no funciona.
No puedes forzar un proceso para el que tu cuerpo tiene un límite en la cantidad de músculo que puede desarrollar. Para la mayoría de las personas, un volumen sucio significa ganar demasiada grasa que requiere de meses para perderse.
Te recomiendo mantener un ligero excedente de calorías y ganar de 0,5 a 1,5 Kg al mes.
¿Sabías que moverte un poco puede darte mucha más energía y hacer que trabajes mejor? Hacer ejercicio libera unas sustancias llamadas endorfinas que te hacen sentir bien y reducen el estrés y el cansancio, lo que te ayuda a mantener el foco a lo largo del día.